Es Guntín una tierra con historia mucho más que milenaria (ya Ptolomeo hablaba de Aquae Quintinae), que vive con fuerza estos tiempos del siglo XXI.

La historia fue dejando huellas que acreditan vitalidad y potencia de las 32 parroquias de este ayuntamiento, en tiempos cabecera de uno de los nueve condados que en el siglo VI conformaban las tierras lucenses. Y el  miliario romano de la Retorta, la fantasía románica de Ferreira de Pallares, la Ponte Cabalar o la fortaleza da Mota son otras tantas joyas monumentales que nuestros ancestros irguieron para nuestra honra.

Un documento del monasterio de Ferreira (1227) es pieza angular de la historia del idioma de los gallegos. Y el Camino del Norte a Compostela nos inscribe en la historia de la Fe; el Pimiento de Mougán y el aguardiente de Francos en la de la gastronomía; y el pintor Tino Grandío en el mundo de la cultura.

Y el trabajo de nuestra gente, la potencia de nuestras pequeñas y medianas empresas, la ilusión de nuestros/as emprendedores/as, la ilusión de nuestros habitantes más jóvenes, la fuerza de la naturaleza que disfrutamos… todo confluye en una ilusión colectiva, en la fuerza de una tierra, en la potencia de nuestra gente, para hacer de Guntín un lugar de paz y de trabajo, de fortaleza en el presente, y de desbordante ilusión por el futuro.